Las baladas son un género musical caracterizado por su temática romántica y su estilo suave y melódico. Este tipo de música es popular desde hace décadas y ha sido interpretado por artistas de todo el mundo en diferentes idiomas. Las baladas se destacan por sus letras profundas y emotivas que hablan de amor, desamor, pasión y tristeza, y suelen ser acompañadas por instrumentos como la guitarra acústica, el piano y la batería.
Las baladas se han convertido en un género popular en la música pop y rock, siendo interpretadas por artistas como Whitney Houston, Mariah Carey, Celine Dion y Adele, entre otros. En las baladas, la voz del cantante es fundamental y suele ser el centro de atención de la canción, mientras que los instrumentos acompañan y enfatizan la emoción transmitida en la letra.
Aunque las baladas suelen ser asociadas con la música romántica, también existen baladas que hablan de temas como la amistad, la familia y la superación personal. Este género musical ha evolucionado con el tiempo y se ha adaptado a los nuevos estilos y tendencias de la música, pero siempre ha mantenido su esencia emotiva y melódica que la hace inolvidable para muchos oyentes.
UN VERDADERO JUGLAR , UN MUSICO DE GRANDES LETRAS , O UN LITERATO CON EXCELENTE OIDO (FELIX ACOSTA)
Alberto Cortez (Rancul, provincia de La Pampa, 11 de marzo de 1940), es un compositor y cantante argentino. Es uno de los más destacados autores contemporáneos, dada la calidad y la cantidad de sus creaciones. Desgarrado, intenso y de una belleza poética excepcional.
Gran amigo de Facundo Cabral, con el que se presenta en ciertas ocasiones, cantando obras como "No soy de aquí ni soy de allá" y "Cuando un amigo se va".
Algunas de sus obras más conocidas son:"Mariana","Callejero","Mi árbol y yo","Que maravilla Goyo","Juan Golondrina","El vagabundo","No soy de aquí ni soy de allá","Cuando un amigo se va".
Muchas de sus canciones son basadas en hechos y personajes reales o simplemente en sentimientos y adversidades a lo largo de su vida. (aporte Geraldine Quiroz)
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!
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J. C. M. P.