Las baladas son un género musical caracterizado por su temática romántica y su estilo suave y melódico. Este tipo de música es popular desde hace décadas y ha sido interpretado por artistas de todo el mundo en diferentes idiomas. Las baladas se destacan por sus letras profundas y emotivas que hablan de amor, desamor, pasión y tristeza, y suelen ser acompañadas por instrumentos como la guitarra acústica, el piano y la batería.
Las baladas se han convertido en un género popular en la música pop y rock, siendo interpretadas por artistas como Whitney Houston, Mariah Carey, Celine Dion y Adele, entre otros. En las baladas, la voz del cantante es fundamental y suele ser el centro de atención de la canción, mientras que los instrumentos acompañan y enfatizan la emoción transmitida en la letra.
Aunque las baladas suelen ser asociadas con la música romántica, también existen baladas que hablan de temas como la amistad, la familia y la superación personal. Este género musical ha evolucionado con el tiempo y se ha adaptado a los nuevos estilos y tendencias de la música, pero siempre ha mantenido su esencia emotiva y melódica que la hace inolvidable para muchos oyentes.
Cuando la sencillez y el talento se cruzan con la autenticidad de un ser humano y con el poderoso llamado de Dios, el resultado es el nacimiento de un ministro como Luis Santiago.
Su vida esta marcada por su compromiso de bendecir y ayudar a otros. Su versátil voz y sus letras de paz, han alcanzado a miles de personas alrededor del mundo, que se han identificado con este cantautor, con la fe y esperanza que profesa en cada tema.
Sin duda alguna su compromiso con Dios lo ha llevado a colocarse con solidez y profesionalismo entre los interpretes de música sacra mas destacados y admirados, tanto por cristianos, como por personas que solo disfrutan de su hermosa voz y letras con mensaje positivo.
Eres todopoderoso, uno y misericordioso
Y tu amor es sin igual
Tu palabra es como espada de dos filos que atraviesa
Pero no para matar
Atraviesa el corazón endurecido de los hombres para darles paz
Tú alimentas los hambrientos, calmas la sed del sediento
Yo te he visto sanar los enfermos que no pueden más
Tú que amas infinito, que nos diste a tu hijo
Te mereces que te adore por toda la eternidad
Santo, santo, eres santo
Los serafines te adoran sin cesar
Santo, santo, eres santo
Y con mis labios también te voy a adorar
Santo, santo, eres santo
Todo aquel que te ame a coro gritará
Santo, santo, eres santo
Y digno de que te adore por la eternidad
Tú que guardas nuestros hijos del peligro en que vivimos
Tú que secas nuestro llanto, como no he de adorar
Te mereces que te adoren por toda una eternidad
Tú alimentas los hambrientos, calmas la sed del sediento
Yo te he visto sanar los enfermos que no pueden más
Tú que amas infinito, que nos diste a tu hijo
Te mereces que te adore por toda la eternidad
Santo, santo, eres santo
Los serafines te adoran sin cesar
Santo, santo, eres santo
Y con mis labios también te voy a adorar
Santo, santo, eres santo
Todo aquel que te ame a coro gritará
Santo, santo, eres santo
Y digno de que te adore por la eternidad
Santo, santo, eres santo
Los serafines te adoran sin cesar
Santo, santo, eres santo
Y con mis labios también te voy a adorar
Santo, santo, eres santo
Todo aquel que te ame a coro gritará
Santo, santo, eres santo
Vamos a adorar, ¡santo!