El tango es un género musical y de baile que nació en Argentina, específicamente en la ciudad de Buenos Aires, y se difundió ampliamente a finales del siglo XIX y principios del XX. Es una amalgama cultural que fusiona elementos de la música africana, española y las raíces nativas de Argentina.
Desde el punto de vista musical, el tango se distingue por su ritmo lento y melódico, acompañado de una melancólica y conmovedora melodía. El instrumento fundamental en el tango es el bandoneón, un tipo de acordeón que crea el sonido distintivo del género. También se utilizan guitarras, violines, contrabajos y pianos para enriquecer su sonoridad.
En cuanto al baile, el tango es famoso por su sensualidad y complejidad. Los bailarines se abrazan y se deslizan por la pista en movimientos fluidos y coordinados, reflejando la pasión y el romance presentes en las letras de las canciones de tango.
El tango ha evolucionado a lo largo de los años, incorporando nuevos estilos y fusionándose con otros géneros musicales. Hoy en día, sigue siendo un símbolo de la cultura argentina y se disfruta y baila en todo el mundo.
Alberto de Lucca (7 de diciembre de 1914 - 23 de julio de 2002) poseía un estilo único. Alternó durante años seudónimos, escapando del rigor paterno, hasta adoptar el definitivo de Alberto Castillo. Fue un gran showman y adoptó su voz a los más variados estilos musicales, aún cuando el tango fue siempre su pasión.
Estas violetas que ayer
Pusiste cariñosa con ondo fervor,
Las guardo como emblema de un amor,
Que vieron ya mis ojos perecer
Entre la boriente bruma de un truendo dolor...
Ellas, tal vez, me dirán
En su lenguaje frío con mucha expresión:
Que en vano espero que ha de regresar
El ave del amor que supo dar
Un mundo de gorjeos mi corazón...
Y en esta lucha del mal
En la copa de mi juventud,
Bebo el vino fatal
De la fuente de tu ingratitud...
Pues, el destino mortal
Ha extinguido mi flor de virtud;
Y juntito a las violetas
Que me diste un día,
La melancolía
De mi desencanto,
Me castigan tanto
¡Que no puedo más!...