Las rancheras son un género musical tradicional de México con un origen rural que se caracteriza por su expresión sentimental y melodramática. Este estilo musical tiene influencias de la música española, mexicana y estadounidense, y suele acompañarse de instrumentos como la guitarra, el acordeón, el violín y la trompeta.
Las letras de las rancheras suelen abordar temas como el amor, la pérdida, la nostalgia y la patria. Las canciones pueden tener ritmos alegres y pegajosos, pero también pueden ser lentas y melancólicas.
Las rancheras han sido interpretadas por muchos artistas populares mexicanos y han alcanzado la fama en todo el mundo. A lo largo del tiempo, este género ha evolucionado incorporando elementos de otros estilos como el pop y la música electrónica, siempre conservando su esencia emotiva y sentimental.
Alfredo Olivas (1 de octubre de 1994) es un cantante, compositor y acordeonista de música ranchera, norteña y corridos. Es más conocido como "Alfredito" o "el Patroncito" (después de una canción incluida en su álbum homónimo de 2011)
Vete, aunque tenga que hacer, mañana, cien canciones pa' que vuelvas
Vete porque para retenerte, la verdad, ya no soy quien
Nunca he sido afín de que el amor viva entre paredes y celdas
Y sé diferenciar perfectamente lo que está mal y está bien
Vete acostumbrando que tus celos no se harán una costumbre
Porque, hasta la cumbre, no se llega con tanta inseguridad
Vete porque estoy hasta la madre de habitar entre la lumbre
Y más en estos tiempos donde hay menos equidad
Vete y si te vas
Vete sin hacer preguntas, vete en paz
Vete con la firme idea
Aunque hoy no veas ni lo creas, haces lo correcto
Y este justo es el momento para que te vayas
Una cosa más, cuando te alejes, no voltees para atrás
Mira que puedo retractarme y olvidarme
De lo que ahora te estoy pidiendo
Y ya estoy viendo como corro a recuperarte
Y así no es
Vete y si te vas
Vete sin hacer preguntas, vete en paz
Vete con la firme idea
Aunque hoy no veas ni lo creas, haces lo correcto
Y este justo es el momento para que te vayas
Ya no aguanto más
El infierno sigiloso que me das
No hay viernes que no me gobiernes
Y del sábado ni hablamos
Ya no puedes verme con las llaves en la mano
Porque: ¿A dónde vamos?
Y tú no vas
Vete y no lo digo
Para que te vayas de la casa, si esa es tuya
Más bien no quiero terminar en una patrulla
Con un sinfín de cargos inventados por tu mente
Mente maquiavélica
Y dicho sea, de paso
No sé ni en qué momento fui a enredarme entre tus brazos
Y cuando fue que me volví un adicto de tus besos
Mejor me callo, porque si le sigo hasta el regreso