Las rancheras son un género musical tradicional de México con un origen rural que se caracteriza por su expresión sentimental y melodramática. Este estilo musical tiene influencias de la música española, mexicana y estadounidense, y suele acompañarse de instrumentos como la guitarra, el acordeón, el violín y la trompeta.
Las letras de las rancheras suelen abordar temas como el amor, la pérdida, la nostalgia y la patria. Las canciones pueden tener ritmos alegres y pegajosos, pero también pueden ser lentas y melancólicas.
Las rancheras han sido interpretadas por muchos artistas populares mexicanos y han alcanzado la fama en todo el mundo. A lo largo del tiempo, este género ha evolucionado incorporando elementos de otros estilos como el pop y la música electrónica, siempre conservando su esencia emotiva y sentimental.
Óscar Armando Díaz de León Huez, mejor conocido por su nombre artístico Carín León, es un cantante, guitarrista y compositor mexicano de música regional mexicana. Ha compuesto canciones para artistas como Christian Nodal, Natalia Aguilar, Los Plebes del Rancho, El Fantasma, Voz de Mando, Chuy Lizárraga, entre otros
Te mueres por mirarme pero ignoras mis llamadas
Quieres estar conmigo, pero te haces la enojada
Lo que tienes de mula, lo tienes de preciosa
Por eso te soporto, chiquita batallosa
Voy a dejarte ser para ver que tanto aguantas
Tú sigue con tu rollo, yo te espero aquí en la banca
Y tómate tu tiempo, la neta, no traigo apuro
Al cabo es que sin mí no aguantas mucho, estoy seguro
Y no te pienso rogar
Tienes dos trabajos, seguir enojada y contentarte sola
Porque esa rutinita
Yo me la machaco todita de memoria
Y no te pienso rogar
Porque el apetito a mí no me lo quitas con tus berrinchitos
Y es que cada que te enojas
A mí se me antojan más lo' botecitos
Ya no le hagas al cuento
Te arreglas o te arreglo
A punta de besitos
Y no te pienso rogar
Tienes dos trabajos, seguir enojada y contentarte sola
Porque esa rutinita
Yo me la machaco todita de memoria
Y no te pienso rogar
Porque el apetito a mí no me lo quitas con tus berrinchitos
Y es que cada que te enojas
A mí se me antojan más lo' botecitos
Ya no le hagas al cuento
Te arreglas o te arreglo
A punta de besitos